lunes, 10 de diciembre de 2007

RECUPERANDO LA PATRIA GRANDE


BANCO DEL SUR
HACIA LA UNIDAD LATINOAMERICANA

Los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Venezuela y Ecuador, reafirmaron este domingo a través de un acta, la decisión de crear el Banco del Sur, como parte de un nuevo sistema financiero en la región. En el Salón Blanco de la Casa de Gobierno Kirchner agradeció el apoyo a cada uno de los mandatarios presentes y a los distintos sectores de la sociedad; resaltó el trabajo realizado en la región y la posibilidad de construir un futuro solidario y conjunto.

En su último acto como Presidente, llamó a Cristina Fernández para hablar del Banco del Sur y cierrar el acto; porque "comienza tu tiempo", dijo invitándola frente a los micrófonos.

El Banco del Sur tendrá su sede central en Caracas y que habrá dos subsedes en Buenos Aires y La Paz. La nueva institución será un banco de desarrollo con carácter suramericano con un rol central en el marco de una nueva arquitectura financiera regional, según lo acordado, en la reunión celebrada en octubre en Brasil, por los ministros de los distintos países.

A partir de éste acta "los ministros de los distintos países tendrán 60 días para alcanzar un acuerdo final sobre la conformación del Banco y sus alcances".

Estuvieron presentes los jefes de Estado Néstor Kirchner, Luiz Inacio "Lula" da Silva (Brasil), Tabaré Vázquez (Uruguay), Hugo Chávez (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Nicanor Duarte Frutos (Paraguay) y Evo Morales (Bolivia).

PALABRAS DE LA PRESIDENTA ELECTA CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER, EN EL ACTO DE FIRMA DEL ACTA FUNDACIONAL DEL BANCO DEL SUR

La América del Sur, nombre de mujer, la América tiene nombre de mujer.

Quiero en este día tan especial para todos nosotros, para todos los argentinos, venir a contarles que ni en mis noches y días más fantasiosos, podría imaginar una situación como esta, nunca, aquí, un 9 de diciembre, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, acompañada por presidentes que, como siempre lo vengo diciendo, por primera vez se parecen a sus pueblos (APLAUSOS).

Tengo una inmensa felicidad, no porque vaya a ser presidenta de los argentinos a partir de mañana, es un gran honor, pero en realidad, estoy muy feliz porque, junto a ese hombre que acaba de hablar y junto a otros miles de argentinos y argentinas hace muchas décadas nos incorporamos a la política hablando de estas cosas, de estas cosas que parecían sueños y utopías o efervescencias discursivas de estudiantes en la universidad, de trabajadores en las fábricas o de militares que antes que ser militares eran pueblo y que por eso entendieron que no hay nación y país, sino hay pueblo (APLAUSOS).

Usted es uno de esos militares, presidente Chávez (APLAUSOS), y quiero decirle que en los tiempos que han corrido aquí en la región, no es poca cosa encontrar a alguien como usted que rescata las mejores tradiciones de las luchas de la emancipación nacional donde los hombres de armas, antes que militares, eran, por sobre todas las cosas, patriotas, que es lo que necesitamos: patriotas. (APLAUSOS)

Con usted, presidente Duarte Frutos, querido Nicanor, hace pocos días estuvimos juntos en Yacyretá y allí me decía que por primera vez un gobierno argentino había accedido a hacer una obra complementaria de esa gran obra que es Yacyretá y que permitía, entonces, que cincuenta mil hectáreas de la tierra paraguaya dedicadas al cultivo arrocero no fueran cubiertas y con ellas también los sueños y las ilusiones de miles de paraguayos y paraguayas. Allí también rendí honor a ese gran patriota latinoamericano que fue el mariscal Francisco Solano López. (APLAUSOS)

Mi país, su país también, presidente Lula, el Uruguay, los tres tenemos una deuda histórica con ese valeroso pueblo paraguayo (APLAUSOS). Una deuda histórica en lo que fue, como califiqué allí en Yacyretá, “la guerra de la triple traición a la condición latinoamericana”. (APLAUSOS) Algún medio de comunicación fundado tal vez por uno de los que encabezó aquella “triple”, me criticó duramente. No importa, la verdad histórica no puede taparse con editoriales, está escrita, desgraciadamente a sangre y fuego en el corazón del pueblo paraguayo. (APLAUSOS)

Presidente Lula: querido amigo, usted también es uno de los hombres clave en esta nueva etapa de la América latina. Es cierto, nunca las relaciones bilaterales entre la República Federativa del Brasil y la República Argentina tuvieron tal grado de profundidad y madurez. Hemos roto los tabúes y los prejuicios –voy a diferir tal vez con alguna interpretación en cuanto a que eran imaginados o en nuestra Cancillería o en Itamarati- porque son ideas que han metido desde afuera algunos en nuestra Cancillería pero que, en definitiva, siempre sirvieron para frustrar la unidad del bloque latinoamericano.

Por eso, creo que hombres con el coraje de ustedes, que han podido superar prejuicios y tabúes, se está construyendo una nueva realidad.

No tiendo a idealizar las cosas, nunca lo he hecho; creo que además, cuando uno idealiza demasiado corre el riesgo de frustrarse. Pero estoy absolutamente convencida de que hay un cambio de época y de paradigmas y no hay pueblos ni sociedades que quieran volver atrás.

Amigo Evo: con todo el afecto y el cariño de comprender quinientos años de injusticia y de ignominia. (APLAUSOS) Muchas veces en discursos también políticamente correctos, se habla de aceptar la diversidad, lo diferente; sin embargo, cuando llega la hora y aparece lo diferente y lo diverso, es allí cuando se pone a prueba precisamente lo que es discurso o lo que es convicción, que son dos cosas diferentes aunque no debieran serlo, pero muchas veces van separadas. Por eso, nuestro respecto a la lucha suya, porque usted representa como nadie a Bolivia. (APLAUSOS)

Y a ti, Rafael Correa –te dejé para lo último-, quiero decirte que hace poco estuvimos juntos en Ecuador, en esa bellísima Quito también con su intendente, un hombre de otra fuerza política, distinta a la del presidente Correa, pero también un gran patriota latinoamericano, el general Paco Moncayo. Estuve allí y pude ver el afecto, el cariño de la gente por su Presidente y la valentía de este joven que estudió en grandes centros académicos fuera de la región pero que fue lo suficientemente inteligente para poder darse cuenta que lo importante es tener los instrumentos y que lo fundamental es ayudar a los pueblos. (APLAUSOS)

En esta tarde muy especial, entonces, vaya mi saludo y mi agradecimiento a todos ustedes. Hugo: por todo lo que has ayudado a la República Argentina, como decía el Presidente Kirchner “cuando nadie ayudaba”, mi eterno agradecimiento y reconocimiento. Y a todos ustedes, amigos y amigas, hermanos y hermanas, con la misma fuerza, con la misma pasión, con la misma convicción que he tenido siempre cuando era una senadora que llegaba del Sur con ideas diferentes a las que estaban en boga en ese momento en la República Argentina y en mucha soledad, pero con mucha convicción, supo defender lo que ella creía -dicen que no es políticamente correcto hablar de uno mismo en tercera persona, pero bueno, es que me acordaba de mí cuando llegué-, permítanme dirigirme con esa misma pasión, con esa misma convicción, con esas mismas ideas, con ese mismo compromiso para con todos los argentinos, a quien es Presidente de los argentinos, reiterando lo que dije ayer en Chubut, que todos en una parte de nuestro corazón lo vamos a seguir sintiendo de esa manera (APLAUSOS). Quiero agradecerle a él algo que para mí es lo más importante: sigue siendo la misma persona y el mismo hombre que conocí hace más de treinta años. Eso es lo importante, no porque uno no pueda evolucionar o cambiar, sino porque, en definitiva, sigue creyendo y teniendo las mismas esencias, el mismo compromiso y el mismo coraje con el que lo conocí.

Yo no quería hablar hoy. En este Banco del Sur depositamos muchas esperanzas para que sea un instrumento que aborde, precisamente, lo que necesitan los pueblos y nuestras sociedades: financiamiento, inversión para infraestructura, para producción, para trabajo y para mejorar la calidad de vida de nuestros compatriotas. Esas son las razones por las cuales nosotros desde hace mucho tiempo hemos abrazado esta causa política.

Muchas gracias y tengan ustedes muy buenas tardes. (APLAUSOS)

1 comentario:

Amoî Cherete dijo...

Increibles palabras para un fascista como Duarte Frutos, el movimiento Campesino paraguayo es reprimido sin descanso por este gobierno que tiene decenas de muertos, presos y perseguidos como los 6 dirigentes que estan en la carcel de Marcos Paz luchando por el asilo político